Fairy tales...

Como buena niña, jeje, siempre he creído en ellas. La típica historia de amor es algo con lo que obvio he soñado. Aunque definitivamente he de decir que con los años he aprendido que la idea del "príncipe azul" no existe del todo. Pero al menos me debo a mi misma aceptar, que todavía no reniengo completamente esa idea, sigo con esos pensamientos románticos, aunque un poco más aterrizados...
Como parte de las historias siempre están las hadas madrinas, o aquellas personitas o cosas que te hechan la mano...
Sin meterme demasiado al rollo de la fe, yo siempre he dicho que tengo un angelito guardián, de hecho al pobre, siento, que casi a diario lo traigo colgado de la lámpara por las babosadas, locuras y travesuras que llego a hacer.
Todo este rollo tiene un propósito y éste es: mi angelito me ayudó; primero que nada me hechó la mano para salir de mis rollos depresivos y empezar a ver la vida, otra vez, de una manera más positiva; después, cuando pensé que no iba a conseguir chamba, pues ahí estaba otra vez.
Yo sé que esta nueva etapa es diferente, para variar, pero estoy feliz, esperanzada y optimista... cosa que llevaba rato sin estar...
En fin, gracias hadita o angelito que estás allá arriba cuidándome...