agosto 31, 2008

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Es chistoso cuando me dijeron que fue mi culpa. Me asusté, me enojé, sobretodo me enojé. Comentaste que yo decidí decir si, que yo fui la que me heché en el precipicio. Todo esto realmente me puso a pensar y quizás sí tengo algo de culpa, mi culpa fue el confiar, el volver a abrir ese espacio y creer que era real.
Ahorita sigo triste, volví a llorarte y me choca, me enoja, me molesta. Pero si la cosa tiene que ser así, pues será y seguiré con mi proceso, porque sinceramente no creo poder hechar marcha atrás, estoy demasiado dolida y herida.
Justo la frase de "cuando te va mal en el amor te darán un ascenso" chale qué verdad, y debería de estar feliz de los grandes cambios que están por venir (jejeje "están" viene siendo mañana), pero sigo como idiota encontrando de nuevo el negrito en el arroz.
Tendré que esperar paz y tranquilidad, ya que la ansiedad y nerviosismo me están volviendo más loca de lo que ya estoy...

agosto 10, 2008

Se te acabó la puerquita...

Después de 3 ó 4 años nos vimos en una encrucijada, mi parte no sabía tu parte y viceversa. Un día platicamos y supimos de qué se trataba la otra parte y vi que no estaba del todo errada en mis sentimientos, quizás en algún momento serían correspondidos. Hoy me sorprendiste, me envolviste y me la creí... Horas más tarde BOOM, que a la mera hora no... Algo de lo que siempre te hablé fue de mis miedos, de mi inseguridad al acercame a alguien ya que cuando lo había llegado a hacer no me había ido bien. Confiaste en mi y me dijiste que tenías miedo también. Me los explicaste y los entendi... Tus miedos no me fueron extraños ya que, varios de ellos, también los tenía yo. La paciencia no es mi fuerte, y como nunca, esperé, no presioné y estuve ahí siempre; qué fácil te fue... Sí ahorita habla más el hartazgo, el coraje y la tristeza; pero la cosa es muy clara: ya me cansé.
En ningún momento te dije "ya, ahorita, vamos", eso es lo que más me confunde; eso fue lo que más me sorprendió cuando me dijiste "vamos". Chale eso me pasa por confiar. Lo más triste es que esa maldita muralla que estaba debilitándose, de nuevo se está fortaleciendo y haciéndose más y más cínica.

La vida me vuelve a sorprender con otra marometa sentimental, en la cual termino más mariada y dolida que contenta. Ya veremos adelante qué sucede, lo claro es que ya no quiero que suceda contigo.