Últimamente he vivido de cerca dos muertes. Ya antes me había topado con este hecho de la vida; sin embargo, nunca me había tocado que fuera de personas cercanas y ahora aquí fueron dos personas muy cercanas.
En verdad me dolió y me sigue doliendo, sigo pasando por distintas etapas de duelo, unas han repetido otras todavía no las vivo.
Pero lo que definitivamente ha cambiado es mi perspectiva de cómov er la muerte. Pensaba que lo que a uno le dolía era el hecho de saber que la persona ya no iba a estar con nosotros. Pero ahora he visto que también entra a doler el hecho de que uno empieza a recordar las cosas vividas con la persona, pueden ser pendejaditas pero aún así las recordamos y nos duele.
Me temo que he pasado por momentos de completo entumecimiento, no quiero moverme, no quiero comer, no quiero llorar, no quiero pensar. Creo que ha sido mi mecanismo para no estar triste todo el tiempo.
Debo de aprender a ser menos aprensiva, ya que estar triste todo el tiempo na'más no juruncia.
Por lo pronto ahí voy, no me puedo quejar (demasiado) je!
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