Cada vez que va terminando el periodo vacacional para mi, desde hace años, termino diciendo gracias a Dios! Agradezco el poder regresar a la rutina, volver a tener trabajo y volver a ocupar mi mente.
Estas últimas noches de insomnio no han sido nada divertidas.
La apatía ataca al sueño ligero, la preocupación elimina el poco cansancio que hay...
Anoche definitivamente no fue padre. Raro, extrañé mi cama como nunca, a pesar de que siempre me quejo de ella y su dureza. El descanso no llegó. No puedo decir que no dormí, sino que creo que lo que me pasó fue que no descansé. Qué bueno que a ella no le pasa lo que a mi, si no ya se hubiera vuelto loca. Me preocupa, ese ojo amoratado, esas rodillas inchadas, esa falta de voluntad. Pero no sé qué hacer..
Esperemos que el ritmo salsero sabatino borre parte de las preocupaciones e inseguridades o al menos no las tenga tan en cuenta, ya veremos...
agosto 03, 2012
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