Ya aprendí a identificar cuando ando triste o algo me afecta, pero el problema es que me doy cuenta después de al menos un día de estar tirada sin hacer nada. Cuando no estoy de vacaciones es sencillo contrarrestar la tristeza con chamba o cosas qué hacer; sin embargo, días como ayer en donde tengo poco qué hacer y de paso me cancelan terapias, cancelo lo demás para no moverme del sillón.
Soy consciente que eso no es buen para mi, ahora la chamba que tengo es no dejar que esas comiditas domingueras me den tanto en la madre; tengo que aprender a no esperar preguntas o feedback positivo de su parte en ningún momento, y cuando hay algún comentario que no me guste o negativo, que se me resbale de volada.
Cuando son sólo los dos, creo que ya lo tengo un poco más dominado; pero cuando aparece el tercer integrante me voy para abajo, hay algo en mi que todavía espera cierto approach positivo, pero no llega. Tengo que aprender a no tomármelo tan a pecho.
Chale me enoja ser a veces tan débil...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario