Hace unos meses platiqué de la muerte de una persona importantísima pa' mi. El fin pasado, casi tres meses después de ese deceso, ocurrió otro en mi familia. Como dice mi mamá parece la canción de los perritos: ahora sólo quedan tres (eran cinco)
Estuve y estoy muy molesta con la vida, renegué de esta misma y de Dios. Me puse en el papel de "no es justo"; pero me queda clarísimo que nada en esta vida es justo.
Doy gracias a mi chamba, ya que mi hamster no está de ocioso, y no empieza con sus pensamientos truculentos y depresivos de costumbre. Gracias al exceso de cosas que tengo que hacer ahorita, estoy más cansada y me quedan muy pocos momentos para tener este tipo de pensamientos.
No dejo de estar triste y enojada. Poco a poco espero que esto vaya bajando.
Ya que, he de aclarar, aún cuando pensaba que iba superando lo de mi tía, todo esto no hizo más que volverme a recordar el trago amargo y los sentimientos encontrados que tuve en esa experiencia.
Acepto, también, que estoy más agresiva, histérica y vuelta loca que lo normal. Pero de alguna manera siento que tengo que desfogar todas las cosas que traigo atoradas.
Comentario al margen: nunca pensé que mediante una llamadita o una conversación pudiera volver a realmente sentir que hay esperanza (me ha vuelto demasiado cínica y pesimista). Gracias a ti por haberme dedicado ese tiempito...
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un día hablando por telefono un par de ciegos, uno de ellos comienza a deprimirse y despues de un rato comienza a llorar, al poco tiempo su otro amigo el ciego le dice, "no llores, no estes triste, mira, el telfono no sirve para estas situaciones, hay que vernos"
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